CIERRA UN CLASICO DEL COMERCIO VIGUES

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Fue la primera en abrir y una de las últimas en cerrar. Pórtico bajó ayer definitivamente la persiana de la tienda de Policarpo Sanz, que desde su apertura hace más de 20 años ha sido buque insignia de los establecimientos del grupo. Lo curioso es que la familia Castro, propietaria de la empresa, se lo planteó como un negocio provisional durante la campaña navideña de 1994, la extensión low cost de la exclusiva firma de mobiliario y decoración que entonces regentaba la matriarca de la saga apenas a 50 metros de distancia.
 
Fue uno de los hijos, Emilio Castro, el que apostó por realizar una mínima habilitación en un bajo familiar para vender adornos navideños y unos cuantos productos de regalo propios de esas fechas. Para diferenciarlo de la casa matriz y, sobre todo, para dejar claro al potencial cliente lo que iba a encontrar dentro, le puso apellido: Básico. Era una forma de diferenciarlo del Pórtico de alta gama ya existente.
 
Fue tal el éxito que tuvo la iniciativa, que no solo no pudieron ya cerrar, sino que propició el nacimiento de un pequeño emporio que llegó a tener una red de 37 tiendas en España y 28 en el extranjero, la mayoría de ellas en Sudamérica, a emplear a 700 personas y a facturar más de 70 millones de euros. Aquel sueño de una familia de emigrantes, que decidó regresar a Galicia tras hacer fortuna en Venezuela, se rompió definitivamente el pasado 4 de noviembre, que fue el día en el que lo que quedaba del grupo entró en liquidación.
 
La Voz de Galicia
 

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