BATALLA DE RANDE

EFEMERIDES 23 OCTUBRE 1702
 
 
"En el día de ayer ha penetrado en aguas de la ría la poderosa flota anglo-holandesa que, al mando de Sir Jorge Rook y del Almirante Allemond, venía persiguiendo a la franco-española, refugiada en Vigo con un importante convoy de riquezas traídas de América. Mandaban nuestras fuerzas navales D. Manuel de Velasco y el Conde de Chateau-Renaud. Los enemigos hacen su entrada arrimados a la costa de Cangas, para evitar el fuego de las baterías del Castro y Santa Tecla. Al medio día de este 23 se inicia la espantosa batalla naval de Rande. Sus pormenores son sobradamente conocidos, por lo que creemos interesante aportar un texto hasta ahora inédito, debido a la pluma del historiador tudense Avila y Lacueva y que amablemente nos ha facilitado D. Manuel F.-Valdés Costas:
"La Armada enemiga qe, había alcanzado la noticia de qe. estaba en Vigo nuestra flota, en 22 de octubre con viento favorable llegó a esta costa; el 23 desembarcó en tierra 4.000 hombres sin qe. el Capitán Gral. se lo pudiese impedir pr. la poca gente que tenía, y plantando baterías contra los dos castillos referidos del puerto los ocupó con poco trabajo desamparados de los que los guardaban, siendo imposible defenderlos ni ser su fábrica capaz de resistir la batería. Como era favorable el viento dos naves a un tiempo a velas llenas, armadas con los acostumbrados picos a la proa, rompieron con facilidad la cadena (formada con grandes troncos en la boca de Rande). Entraron al puerto los qe. seguían despreciando los cañones de los valuartes de Vigo, qe. no sin fruto incesantemente disparaban. Disputaron la entrada con valor diez navíos de guerra Franceses pr. qe. los más se habían vuelto a sus puertos: y se trabó una batalla cruel con tanto tesón de una y otra pte., qe. mezclados los Leños casi era inútil el cañón: peleábase con fuegos de inhumano artificio, ollas, camisas y bolas de betún ardiendo. Deseaban los Franceses venir al vorde pr. qe. estaban más bien guarnecidos de gente de guerra; pero los Yngleses toda la lid cometieron al fuego; y siendo el número superior no podían diez naves defenderse de tanta multitud de Leños enemigos qe. suplían de siempre los maltratados. Los de la flota procuraron internarse más en la ría pr. si podían tener socorro de tierra, y hechar a ella los fardos de las mercadurías, pero los Yngleses habían ocupado la orilla, y a fusilazos envarazaban a los Españoles sus faenas, permaneciendo a pecho descubierto contra la artillería de las naves qe. se defendían valerosamente. Las que estaban más protegidas de los valuartes de Vigo y más vecinas a él desembarcaron tumultuariamente algunas mercadurías con poco logro, pr. qe. mal guardadas en la confusión, el mismo paysano llamado a defenderlas las robaba. no se puede describir día más cruel ni más lastimoso pr. el innumerable género de muertes qe. padecieron aquellos infelices ceñidos de inevitables peligros en espacio tan estrecho." Añadiremos mañana, día último de la batalla, algunos datos más."
 
Xosé María Álvarez Blázquez. "La Ciudad y los Días. Calendario histórico de Vigo"
 
 

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