AYUDAS PARA LA RECONSTRUCCION DE LA COLEGIATA

EFEMERIDES 25 NOVIEMBRE 1589
 
 
"Felipe II firma una Real Cédula por la cual favorece a la villa de Vigo, concediendo, con carácter anual, 75.000 maravedíes, "por juro de heredad a su Consejo, Justicia y Regimiento, situados en la renta del derecho de la sal de los alfolíes de la villa, pagaderos por los arrendadores y fieles el día de San Juan de junio de cada año, para contribuir a sostener los gastos de fábrica y culto de la iglesia Colegiata, y si no alcanzasen los productos de los alfolíes de Vigo, tener derecho el Concejo a percibirlos de los alfolíes y derechos de la sal del Reino de Galicia".(J. de Santiago).

También concede el Rey al Concejo, Justicia y Regimiento la facultad de nombrar el fabriquero de la iglesia Colegiata. Estas medidas se encaminaban a favorecer la reconstrucción de la iglesia, arruinada por Drake. No obstante, esta medida-apostilla Avila y Lacueva, citado por Espinosa Rodriguez-"al paso que fué muy útil y de provecho para la iglesia, también le acarreó males incalculables, haciendo sufrir al Prior y Racionero, porque con el pretexto de que la Justicia elegía fabriquero y administraba los 75.000 maravedíes, fué poco a poco intrusándose en nombrar sacristán, diferentes veces, y en administrar las otras rentas de la iglesia, tomar cuentas de ellas y disponer de sus fondos como cosa propia, sin ninguna intervención no dependencia del Prior y Racioneros, llegando a titularse patrona de la Colegiata, y a ejercer tal jurisdicción y dominio en ella que hasta quiso tener el gobierno interior exclusivo de los eclesiásticos".
 
Parece que, en efecto, este ha sido el origen del patronato ejercido por el Concejo de la villa sobre la Colegiata, al que, en todo caso, ha hecho honor, sosteniendo los gastos de fábrica y demás inherentes al privilegio, aún después de verse privado del juro sobre la renta de los alfolíes.
 
En cuanto a la ruina de la población, nada, sino el tiempo, pudo remediarla lentamente. Sólo las personas pudientes, que eran las menos, acometieron en seguida la reconstrucción de sus moradas. Los demás vecinos se acomodaron como les fué posible, entre las paredes que quedaron en pie, y otros muchos buscaron nueva vida en la emigración. La sucesiva serie de calamidades que Vigo experimentó en la segunda mitad del siglo XVI-la época más aciaga de su historia- había semidespoblado la villa."
 
Xosé María Álvarez Blázquez. "La Ciudad y los Días. Calendario histórico de Vigo"
 
 

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