ORFEBRES Y ESMALTES HNOS. HERNANDEZ

EMPRESAS DE HOY Y SIEMPRE
 
 
A finales del siglo XIX, nacen en Valladolid Eloy y Osmundo Hernández Calzada, en el seno de una familia con inquietudes artísticas. Ya en su juventud iniciaron sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Valladolid. Eloy se decantó por la escultura, y Osmundo, hacia trabajos de repujado y el trabajo de joyería aplicada.
 
 
 
 
En el año 1917, Osmundo recibió una beca de la Junta para ampliar sus estudios en el extranjero, para residir en París. Poco después le acompañaría en esa estancia su hermano Eloy. La estancia y tour europeo de estos hermanos fue vital para configurar su visión de las artes, pues el viaje les abrió los ojos a las nuevas corrientes estéticas y serviría de inicio de una contextualización cosmopolita de su obra, que seguiría inherente en el taller hasta las fechas actuales.
 
De regreso a Valladolid, pensaron los hermanos en instalarse en una ciudad de gran actividad que les permitiese desarrollar su vocación. En una conversación con el profesor de la Escuela de Comercio de Vigo, Virgilio Garrote, este les sugirió que la ciudad en la que nos encontramos estaba floreciente y sería el lugar idóneo para su empresa.
 
En torno al año 1922 se asientan de manera estable los Hernández en la Puerta del Sol de Vigo y comienzan a ejercer de artistas universales en la Galicia moderna al albor del siglo XX. Posteriormente se trasladarían a la calle Príncipe, donde permanecerían décadas, hasta asentarse en su actual emplazamiento en la calle Gran Vía.
 
Don Eloy Hernández se casa con Saturnina Santo Domingo, y de ese matrimonio nacen dos hijos: Eloy y Julián. En el año 1956, fallece Osmundo, sumiendo a su hermano en una gran tristeza que se compensa con la incorporación de sus hijos en el taller.
 
Julián se licenciaría en Bellas Artes y se casa con la pintora Carmen Rodríguez Rojas con la que tiene dos hijos: Eva, que también estudia Arte, y Julián, músico del grupo Siniestro Total.
 
Por su parte, Eloy Hernández Santo Domingo realizó estudios de Ingeniería entre otras cuestiones académicas, y se casó con Felisa Rollán, matrimonio del que nacieron dos hijos: Alba y Eloy Hernández Rollán.
 
Eloy Hernández Rollán se licencia en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, y hoy es el continuador de esta saga de artistas. Destaca por tener un talento excepcional para la realización de esmaltes y para la pintura al óleo sobre lienzo. Su sólida formación intelectual le coloca en la postura del creador de actitud pensativa y voluntad de análisis.
 
Su legado de esculturas, joyas, esmaltes y repujados, es única, y se trata de una familia que en su tercera generación continúa el oficio de las artes. En sus inicios, sus obras se exhibieron en la Exposición de Arte Gallego de 1924 y dos años después en Filadelfia dentro del marco de una exposición internacional; en esa época también exponen en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y en Vigo en la Exposición Industrial de Galicia. En la segunda generación, el taller participa en la Exposición Universal de Bruselas del 1958, en la Exposición Regional de Arte Gallego y otras citas europeas. Eloy Hernández Rollán es el continuador de esta familia de artistas y destaca por poseer un talento excepcional para la realización de esmaltes y la pintura al óleo sobre lienzo.
 
Desde los inicios de esta casa en los años veinte, hasta su nombramiento como Vigueses Distinguidos en 2006, muchos han sido los éxitos y reconocimientos que los Hernández han recibido a lo largo de su andadura profesional; entre otros, son poseedores del título de Hijos Adoptivos de Vigo y recibieron la medalla de plata en la Exposición Nacional de 1932.
 
 
 
 

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