CATALUÑA, 1882

OPINION


En general, cuando un territorio se quiere independizar es porque se encuentra empobrecido y sometido por otros territorios. El caso de Cataluña es diferente. Cataluña es un país rico que no quiere compartir, que se quiere ir a vivir a una urbanización de golf, separada del pueblo donde viven aquellos otros desgraciados a los que desprecia, que somos usted y yo. El independentismo ideológico en todo este proceso es apenas un pequeño grupo instrumental romántico o utópico. 

El líder independentista cubano José Martí, poeta, idealista y patriota, que clamaba en España contra la injusticia de los españoles de Cuba, escribe una carta desde Nueva York a La Opinión Nacional, de Caracas, el 15 de abril de 1882. Allí explica cómo los catalanes se han alzado contra el Gobierno de Madrid porque pretende firmar con Francia un acuerdo comercial que permitirá a los demás españoles comprar telas más finas -menos burdas- a precios muy inferiores a las catalanas y además, a cambio, podrán vender a los franceses «vino del bueno». 

No quieren los catalanes fabricar mejor las suyas y tampoco que en Madrid, Andalucía o Galicia se mejore el nivel de vida. En Cataluña hay huelgas y revueltas, gritos por la independencia y lo sorprendente, pásmese usted, es que detrás de todo se encuentra la patronal. Lo que Cataluña quiere ya lo ha venido demostrando desde hace más de un siglo. Quiere que el resto de los españoles le sirvan el desayuno en la cama.

Eduardo Riestra. La Voz de Galicia

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