EL PROBLEMA CRONICO DEL PIF VIGUES

OPINION


En las últimas fechas VIGOÉ se ha hecho eco de múltiples declaraciones del presidente de la autoridad portuaria viguesa criticando el funcionamiento del servicio de PIF de Guixar, indicando que la excesiva y lenta burocracia del mismo perjudica al puerto vigués.
 
Según el señor López Veiga, debido a esta circunstancia cada año el puerto vigués pierde 50 Tm de tráfico de pesca congelada en contenedor en beneficio del PIF de Oporto, por lo que se ha quejado de forma oficial a los ministerios de Sanidad y de Medio Rural.
 
En el mismo sentido también se han recogido declaraciones de los representantes de Conxemar y de Anfaco quejándose del nulo dinamismo del citado servicio.
 
Es éste un problema crónico del puerto vigués que sale periódicamente en la prensa local y que los distintos presidentes de nuestra autoridad portuaria no han sido capaces de solucionar.
 
Desde esta tribuna creo que se puede aportar una posible solución al problema y es la privatización de la gestión del servicio de PIF, previa modificación de la Ley General de Sanidad vigente.
 
No es nada nuevo, en el Reino Unido ya hace unos años que han privatizado la gestión de una buena parte de la administración y los resultados parece que no son malos.
 
El dimitido primer ministro David Cameron pretendía privatizar la gestión de todos los servicios públicos salvo la administración de justicia y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
 
Pero para ello es imprescindible una transparencia total a la hora del concurso público para contratar a la empresa que desempeñará el servicio, y que se haga mediante un sistema de competencia perfecta para no favorecer a ningún aspirante.
 
En España más pronto o más tarde habrá que llegar a la misma conclusión para solucionar el problema de una administración duplicada o triplicada (estatal-autonómica-provincial) y elefantiásica, que es el paraíso de los políticos pero que en muchos casos lo que hace es poner trabas al funcionamiento de las empresas y a la vida de los ciudadanos.
 
Fernando Torres Carbajo

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