LA PERDIDA DE CRUCEROS SE AGRAVA CON 45 ESCALAS PARA 2018

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Ya no se trata de un simple sorpasso. El puerto de A Coruña va camino de duplicar al de Vigo en número de cruceros, una situación poco menos que impensable hace tan solo un par de años. La programación prevista para el 2018 acentúa las diferencias entre ambos y reforzará el liderazgo de la dársena herculina en todo el noroeste peninsular.
 
A Coruña ya ha atado 78 escalas de trasatlánticos para el próximo año, su aliado natural de Oporto cuenta con 73 y Vigo se queda únicamente con 45. A estas alturas se antoja muy difícil que los números varíen de forma significativa, más allá de algún ajuste o sorpresa final, dado que las navieras planifican los viajes con suficiente antelación para poder trabajar con las agencias y los turoperadores.
 
El eje A Coruña-Oporto está registrando crecimientos constantes. La alianza entre ambas autoridades portuarias, que suelen recibir a los mismos barcos por su distancia geográfica, se ha visto reforzada desde que la terminal de Leixões estrenó un muelle de 340 metros, capaz de atraer a los grandes barcos del sector. El presidente del puerto luso, Brogueira Dias, anunció además hace poco más de un mes que en la Semana Santa del 2018 se estrenarán como terminal de embarque con un crucero de MSC que partirá hacia el norte de Europa con parada en A Coruña. Esta salida será «la primera de muchas», advierte.
 
Mientras, Vigo espera para beneficiarse de la nueva terminal que prepara Lisboa. La capital portuguesa quiere impulsar nuevos tráficos hacia el sur y el Mediterráneo, pero también hacia el norte de Europa, de modo que la estación viguesa sería escala natural de los mismos.
 
 
El presidente del Puerto vigués, Enrique López Veiga, es consciente de la caída en picado y se plantea una política comercial más agresiva, abaratando costes y reforzando su presencia en las ferias internacionales. Veiga, que se reconoce «preocupado», ha dicho que se propone «recuperar el pulso a nuestros competidores más cercanos».
 
El Gobierno español no ve problemas en la gestión de cada rada y tiene su propia teoría al respecto. El batacazo de Vigo se explica, sobre todo, «por el precio del combustible». En una reciente respuesta al Partido Socialista en el Congreso, el Ejecutivo central señalaba que se ha producido una reestructuración de las rutas por parte de varias compañías armadoras, «en especial por aquellas que operan tráficos entre el sur del Reino Unido y la costa norte de España». A Coruña, según este planteamiento, se estaría beneficiando de su cercanía con el puerto base de Southampton.
 
 
Al margen de las razones que explican el bajón vigués, se constata también descoordinación entre el Concello y la Autoridad Portuaria. El propio Gobierno, en su respuesta al PSOE en el Congreso, lo dejaba caer, incluyendo también en el recado al Consistorio coruñés: los cruceros son un importante atractivo turístico y en su promoción deben implicarse «los organismos autonómicos y, sobre todo, los locales». Este tipo de tráficos no es rentable para muchas autoridades portuarias del país, ya que las tasas no representan grandes ingresos, pero tienen un impacto innegable en las ciudades donde se produce el desembarco de pasajeros. El grueso de los 78 buques previstos para el 2018 en A Coruña se volverá a concentrar entre los meses de mayo y octubre. Serán así algo más que un balón de oxígeno para el comercio local en plena temporada alta. En Vigo será mayo el mejor mes y en agosto solo hay dos previstos.
 
Diego Pérez. La Voz de Galicia


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