EL FIN DE ETA ES UNA AUTENTICA COÑA

OPINION


El fin de ETA es una auténtica coña

Ultimamente salimos a un comunicado de ETA cada tres días para que los ciudadanos nos traguemos el blanqueamiento de una banda de asesinos.
 
Según estos sujetos (y grandes medios de comunicación) el problema es que había un conflicto en el que España les oprimía y no podían ser libres, y claro no les quedaba más remedio que matar un poquito a los opresores (militares, policías y guardias civiles) pero también a inocentes (hombres, mujeres y niños) que estaban (por ejemplo) haciendo la compra en el Hipercor de Barcelona.
 
No sé a quien quieren engañar. El fin de ETA no existe, simplemente cambian el tiro en la nuca, la Goma 2 y el secuestro por la gestión actual y futura desde ayuntamientos, diputaciones forales y gobiernos de Vitoria y Pamplona para imponer su dictadura abertzale, porque para eso cuando ETA estaba derrotada llegó Zapatero a la Moncloa y desde allí le insufló el beso de la vida y entregó su acceso a las instituciones.

El fin de la organización etarra no ha cambiado, solo han variado los medios. Hoy ETA no mata porque ya no lo necesita.

La negociación con ETA la llevaron en su día Zapatero y Rubalcaba. ETA para dejar de matar exigió el acercamiento y posterior liberación de sus presos y la anexión de Navarra al Pais Vasco. El presidente del gobierno del Reino de España de entonces, José Luis Rodriguez Zapatero, aceptó.

Ambas condiciones están en el acuerdo antes del PSOE y ahora del PP, al que le pareció muy bien la negociación socialista. Los presos se irán liberando sin prisa pero sin pausa aunque se diga lo contrario, y la anexión de Navarra también va paso a paso, como se puede ver hoy con la euskaldinización de la nueva Nafarroa, donde te meten a presión la ikurriña y el euskera.

El fin de la banda asesina se podría empezar a creer con la entrega de todas sus armas y de los autores de más de 350 asesinatos de los que desconocemos a sus responsables.

Todo lo que no sea eso es pura escenificación. No cuela.
 
 
Fernando Torres Carbajo

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