EMPRESAS
"Mi
bisabuelo aprendió el oficio de joyero en un taller de Santiago de
Compostela en el que entró tras ganar un premio de dibujo. Con el paso
del tiempo quiso irse a América; pero cuando llegó a Vigo para comprar
el pasaje de barco su hermano le animó a quedarse en la urbe".
La
historia, que relata Verónica Cuiña desde la calle Príncipe, marca el
origen de la Joyería Ramón Fernández, que acumula 103 años de historia
en Vigo –se fundó en 1910–, primero en la calle Elduayen y tiempo
después en el corazón de Príncipe.
Fuente: Carlos Prego. Faro de Vigo
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Foto Magar |
La tienda –que hoy luce como
uno de los negocios históricos del centro– empezó con apenas un pequeño
taller y un soplete. "Mi bisabuelo era fundamentalmente platero; antes
se hacía todo a mano", explica Cuiña. El empeño que puso su familia en
el negocio –fue pasando de generación en generación– le permitió incluso
mantener abierta la joyería durante la Guerra Civil. "Durante el
conflicto enviaban joyas a Madrid y allí las metían en masa de lacre
fundido para ocultarlas. Una vez terminó la guerra empezaron a
devolverlas", anota Cuiña.
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En la actualidad |
A pesar de las dificultades que
supusieron episodios como el de la guerra que sacudió España entre 1936 y
1939, esta joyera lamenta que "no se recuerda una crisis como esta, tan
larga y con tan poco futuro".
A modo de ejemplo explica que en el taller de la tienda llegaron a trabajar hasta 15 profesionales; hoy solo emplean a uno.
Herramientas para sortear las dificultades económicas son la ventaja de ser un comercio histórico, con una clientela fiel; y que el negocio esté ya inserto en el ADN de su propia familia. "Ellos siempre te apoyan", reconoce Cuiña. Una placa en la fachada de la tienda revela que la joyería es proveedora de la Real Casa desde 1922.
A modo de ejemplo explica que en el taller de la tienda llegaron a trabajar hasta 15 profesionales; hoy solo emplean a uno.
Herramientas para sortear las dificultades económicas son la ventaja de ser un comercio histórico, con una clientela fiel; y que el negocio esté ya inserto en el ADN de su propia familia. "Ellos siempre te apoyan", reconoce Cuiña. Una placa en la fachada de la tienda revela que la joyería es proveedora de la Real Casa desde 1922.
las cadena de oro o de plata finamente trabajados con incrustaciones de brillantes de la piedra o el esmalte de ricos colores crean un aspecto único y sorprendente que es clásico y atemporal. Ann Hession es el fundador de los artesanos egipcios
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