MOURIÑO DEBE ELEGIR: HEROE O VILLANO

OPINION
 
 
Recuerdo la penúltima conferencia de prensa del presidente del Real Club Celta, D. Carlos Mouriño, que tuvo lugar el 8 de septiembre pasado. En ella el mandatario celeste comunicaba que debido a la imposibilidad de construir la nueva ciudad deportiva su motivación había decaido y que por ello manejaba tres posibilidades para el futuro del club.
 
La primera, que alguien de su familia se hiciera cargo del Celta; una segunda en la que se debería nombrar a un ejecutivo que se ocupara de su gestión y la tercera, que se basaba en la venta del club.
 
Siete días después un periódico regional hablaba de que "un grupo de inversión chino se presume como el comprador del paquete accionarial mayoritario de Carlos Mouriño por una cantidad cercana a los 100 M€".
 
Este martes D. Carlos Mouriño, en su última aparición ante la prensa, vino a decir que: uno, el futuro del club a largo plazo es muy endeble; dos, que si el Concello no se compromete a vender el estadio de Balaidos al club, él se marcharía con la conciencia tranquila; tres, que las negociaciones de venta con un grupo chino están muy avanzadas, y cuatro, que le ha llegado en los últimos días otra oferta desde Catar.
 
Extraña oír al Sr. Mouriño hablar mal del futuro de una propiedad que todavía no ha vendido pero que sin embargo está en plena negociación para su futura venta, y lo que nadie puede llegar a entender es que la condición para quedarse en el club es que el Concello tenga que venderle el estadio municipal, algo de lo que absolutamente nadie en esta ciudad había oido hablar hasta ahora.
 
Pero además del fondo de la exposición, lo que más extrañó del presidente celeste fueron sus formas. Hasta ahora el Sr. Mouriño siempre fue un hombre educado, mesurado, discreto, que no solía elevar su tono de voz y que no gustaba de atacar ni a personas ni a instituciones. El Carlos Mouriño de ayer fue un hombre áspero, enfadado con el mundo, que puso como "chupa de dómine" a la máxima representante del PP local y también tuvo sus palabras para su antecesor en el cargo.
 
Hay que aclarar que el Sr. Mouriño es muy libre de vender su parte del capital de la empresa Real Club Celta S.A.D. porque la ley está a su favor y es perfectamente legal. Sabemos a través del interesado que las negociaciones de venta de la "citada empresa" están muy avanzadas y las noticias al respecto dicen que el beneficio de la operación podría ser jugoso. Por lo tanto, D. Carlos debería estar feliz por el buen cariz que presenta su futuro financiero más inmediato. Sin embargo en su aparición pública demostró todo lo contrario.
 
Habría que decirle a D. Carlos que ser tratado como un héroe por la afición celeste y al mismo tiempo obtener pingües beneficios por la venta del club al capital asiático no es posible y que por tanto debe elegir. Y el Sr. Mouriño, por lo que parece, ya ha elegido.
 
A muchos aficionados que siguen al Real Club Celta no les hace gracia la posible venta del club pero lo que de verdad "no les divierte" es que D. Carlos Mouriño no les tenga un poco más de respeto.
 
Fernando Torres Carbajo

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