OPINION
La
palabra «hashtag» se ha incorporado no hace mucho a nuestro
lenguaje y su origen está en las muy famosas redes sociales. Digamos
que se podría definir como «etiqueta», y está formado por los
caracteres que preceden al símbolo de la almohadilla (#).
Esta
etiqueta la vemos ahora en multitud de mensajes tanto oficiales como
de la empresa privada. Pero en estos medios públicos, durante esta
época del confinamiento, hay algunos que se repiten hasta la
saciedad.
Otro
mensaje en hashtagués ha sido uno que figuraba en un vídeo, donde
multitud de ciudadanos de nuestro país salían con un cartelito
donde se podía leer #nadienosvaaparar. Digo yo que en este momento
en que estamos encerrados en nuestra vivienda se puede comprobar qué
más parados no podemos estar, por lo que el autor del mensaje se lo
tendría que hacer mirar.
Yo
creo que la tendencia del mensaje actual, para que tuviera más
alcance, debería ser más ajustada a la realidad. Digamos por
ejemplo, #losepisnosllegantardemalynunca (EPIS = material sanitario)
que a nuestro personal hospitalario les podría llegar al alma, o
también#losautonomoshartosdepringarunavezmas, que agradecerían
miles de nuestras pequeñas empresas.
Por
no hablar de temas aún más serios enviando mensajes en hastag
animando a nuestro gobierno a que contara con exactitud el número de
víctimas, que se está llevando el coronavirus. O también los
mensajes necesarios sobre la deuda millonaria que se cierne sobre
España que nuestros tartaranietos tendrán que seguir pagando.
En
fin, que es preciso torcer el brazo a los guionistas para que salgan
de su burbuja Disney, y bajen al empedrado donde nos movemos los
ciudadanos.
El
que suscribe, para terminar, a estos escritores del guión les
enviaria un hashtag que dijera
#hastalasnaricesdequemetrateiscomounidiota.
Yo
creo que lo entenderían.
Fernando Torres Carbajo. Publicado en www.vigoe.es
Comentarios
Publicar un comentario
Dános tu opinión