PLAN PARA LA TRANSICION A LA NUEVA NORMALIDAD

OPINION

 
 
Este es el nombre del plan a seguir por los españolitos en los próximos dos meses. No me digan que no suena grandilocuente, la «Transición a la Nueva Normalidad». La palabra «Transición» le gusta a este gobierno (aunque solo la palabra), así el ministerio de Medio Ambiente pasó a ser con el señor Sánchez, el ministerio de «Transición Ecológica».
 
Pero la «Nueva Normalidad»(*) es algo que no termino de comprender. Porque si vamos hacia la «Normalidad», se supone que será una normalidad parecida a la normalidad anterior al virus, ¿no? Luego entonces no tiene porque ser «nueva», creo yo. Porque ¿cuántos tipos de normalidad conocen Vds, queridos lectores? Y si vamos a una cosa distinta (y «nueva») de la que conocemos será una «Anormalidad», nada que ver con la «Nueva Normalidad» que nos promete nuestro gobierno. Parece una broma pero realmente estoy hablando muy en serio.
 
Yo creo que los términos «Nueva» y «Normalidad» han sido escogidos con todo el mimo por los asesores gubernamentales, para introducirnos en el subsconsciente que lo que viene solo va a ser la «Normalidad de siempre»…, pero un poco más «Nueva». Es como cuando un modelo de automóvil es sometido a un «restyling» o rediseño donde se le perfilan un poco más las líneas, se le instalan ópticas «nuevas» y se incorporan colores «nuevos» a la paleta de fabricación.
 
Si uno lee, aunque sea en diagonal, las noticias de esta (nueva) época y conoce un poco la historia de este (viejo) país se dará cuenta que la «Nueva Normalidad» podrá ser «Nueva» pero de «Normalidad» tendrá poco. Si hablamos de que con suerte encontrarán un remedio efectivo contra el Covid a finales de año y una vacuna en 2021, quiere decir que en los próximos meses nos comunicaremos con los demás a través de los filtros de una mascarilla y si nos damos la mano será látex contra látex. Yo no sé Vds, pero esto a mí definirlo como de «Normalidad» me parece un poco arriesgado.
 
Sin tener bola de cristal ni querer ser agorero, no hace falta ser muy avispado para saber que entramos en una macrocrisis económica (está sí es «nueva»), donde la de 2008 nos va a parecer una «mala racha». Muchas pequeñas empresas no soportarán tanto estrés y dirán adiós, con lo que el nivel de desempleo subirá como la espuma. Y todo ello con un país súper endeudado por una clase política, que ha drogado a la ciudadanía durante años con «la caja tonta», con aquello de «los españolitos tenemos todos los derechos y apenas deberes», y que «el Estado se puede endeudar hasta el infinito y más allá», porque vivimos en el mundo mágico de Alicia donde todos somos felices y vivimos en Technicolor.
 
Pues ese precioso sueño lo ha hecho añicos un «real y coronado» microorganismo con los ojos rasgados, no sé si natural o de diseño, que se ha cargado la «Vieja Normalidad» y nos aboca a una época «nueva» pero muy distinta de la anterior y no precisamente mejor.
 
Me encantaría creer en la «Nueva Normalidad» pero la mascarilla me agobia y el látex me provoca sudor de manos.
 
(*) «Nueva Normalidad» – Término acuñado por el dictador chino Xi Jinping en 2015

Fernando Torres Carbajo. Publicado en www.vigoe.es

 

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