EL VIGO QUE FUE
Nicolás
Taboada Leal, (Viveiro, 1798- Vigo, 1883) era hijo del cirujano
Vicente Taboada de la Torre, cursó los estudios de medicina en la
universidad compostelana, siendo su primer destino como médico en
San Esteban de Oca, La Estrada (Pontevedra) en 1923, en donde
desarrolló una importante labor en la difusión de la vacuna de la
viruela. Fue el primer médico que vio en España casos de la
epidemia de cólera-morbo, siendo recompensado con la cruz de
Epidemias y la cruz de Isabel la Católica.
Cuando
Taboada Leal exploró las islas de San Simón y San Antonio declaró:
«Parecen predestinadas por la Providencia para albergar un
lazareto». Había encontrado el lugar perfecto para la instalación
sanitaria en plena ria de Vigo.
La
construcción del lazareto cambió el aspecto de las dos islas. Se
construyeron edificaciones sanitarias hospitalarias, y de cuarentena
en ambas islas, residencia para empleados, casa de baños, capilla y
cementerio con osario, además de una casa para el guarda.
La
indignación viguesa fue absoluta y en esta ocasión se unieron los
tres diarios de la ciudad, Faro de Vigo, La Concordia y el Diario de
Vigo y emprenden una furibunda campaña contra la ciudad vecina.
Fuentes:
San Simón, un archipiélago cargado de historia. J.A. Orge Quinteiro
Así funcionaba el lazareto de San Simón. Eduardo Rolland.
El lazareto de San Simón y otras mejoras. Luis Piñero. Faro de Vigo
A cidade e os días. José M. Alvarez Blázquez
Fotos y texto: El lazareto marítimo. Cultura de Galicia
Así
nació y se construyó, pese a la oposición de otras ciudades, el
lazareto que ejerció como barrera frente a las epidemias que
llegaban desde ultramar
En
1833 se produce en Vigo y comarca una epidemia de cólera morbo
asiático. Procedía de Inglaterra donde era un problema serio, y se
extendió por varias comarca marítimas gallegas.
Las
autoridades sanitarias de entonces comienzan una eficaz campaña
contra la epidemia, sobresaliendo el médico Nicolás Taboada Leal
quien publicó un folleto sobre la etiología, diagnóstico y
tratamiento de la enfermedad. Hay que señalar que Vigo fue el primer
puerto afectado por la epidemia, y el origen de la misma pudo estar
en la llegada a nuestro puerto de una escuadra de guerra portuguesa.

La
creación de lazaretos data del siglo XV, cuando para evitar las
epidemias se impusieron cuarentenas a los buques que venían de
países afectados o con sospecha de infección. En España ya existía
uno en Mahón, en la isla de Menorca, pero en el siglo XIX se vio que
éste no era suficiente y se precisaba otro en la costa occidental de
la península, de esta forma se evitarían los grandes gastos de los
armadores del norte y noroeste de España.
Así
que la propuesta de construcción del lazareto fue aprobada mediante
concesión por parte de La Corona por la Real Orden de 6 de junio de
1838.
La propuesta del médico vigués se basaba en dos poderosas razones, por
una parte mejorar la salud pública de la población, y por otra
proteger los intereses comerciales y marítimos de Vigo y comarca.

Taboada
Leal se volcó con la idea y puso todo su empeño en defenderla
aunque no le fue nada fácil, porque pronto surgieron otras ciudades
candidatas. La ciudad de Santander ofrecía la isla de Pedrosa, La
Coruña, la de Corralón, Pontevedra apostaba por Tambo y Vilagarcía
por la isla de Arousa.
Ante
este dilema el gobierno se basó en la Junta Suprema de Sanidad,
quien se ocupó de estudiar todas las propuestas y terminó
dictaminando que San Simón era el emplazamiento más idóneo para la
construcción del lazareto. La isla de San Simón se destina en el
proyecto correspondiente a hospital de convalecencia y la de San
Antonio a hospital «sucio».
En
cuanto a la financiación del lazareto el gobierno de la nación
parece que estuvo remiso a proporcionar los fondos por lo que la
ciudad acudió a la financiación privada, concretamente al
industrial vigués Norberto Velázquez Moreno que corrió con los
gastos de construcción. El tiempo de ejecución se fijó en quince
meses, pero se superó ampliamente.
Velázquez
Moreno también fue el promotor de importantes obras como en el
terreno mercantil, benéfico y cultural. A él se debe, además de la
Casa de Baños, contar con el primer teatro estable de la ciudad, la
Casa Teatro (1832), ubicado en la plaza de la Princesa que fue considerado como «el mejor de Galicia».
El
lazareto comenzó a funcionar el 15 de agosto de 1842, por lo que
mediante esta obligación llegaron a nuestra ría barcos de todas las
banderas que de otra forma nunca lo hubieran hecho. Vigo y las Islas
Cíes contaban con un puesto avanzado con personal para salir al paso
de todo buque que quisiera entrar en el puerto vigués, para
organizar el trabajo en el lazareto y para informar al capitán del
mismo.
En
la instalación sanitaria los enfermos se dividían en dos clases,
los dashauciados, que eran hospitalizados en la isla de San Antonio
(isla de la muerte) y los sospechosos o recuperables en la isla
vecina. Las dos islas se unen por un pequeño puente con un portalón
y verja de control, que sólo podrían franquear los enfermos
terminales y las monjas que los cuidaban. Los empleados del lazareto
llegaban al centenar.

Además
se construyeron infraestructuras portuarias y de servicios para que
los buques pudieran atracar con facilidad. También se construyó una
pequeña central eléctrica para dar servicio a las islas.
Todas
estas construcciones estaban rodeadas de magníficos jardines como se
puede comprobar hoy por ejemplo con el «Paseo dos Buxos». En su
frondoso arbolado se pueden ver especies como castaños de Indias,
robles, acacias, eucaliptos, cedros del Atlas, aligustres chinos y
camelias japonesas.
Toda
la instalación estaba bajo el mando de un alcaide, quien debía
residir obligatoriamente en la isla de San Simón. También se creó
la plaza de intérprete «que será persona de buena moralidad y
versada en idioma extranjeros».
Además
en el lazareto se contaba con «dos prácticos, cada uno con bote
propio y cuatro marineros» que facilitaban el trabajo al capitán
del buque recien llegado. También se creó una plaza de capellán,
el cual se debía hacer cargo de la capilla del lazareto.
Se
estima que entre 1842 y 1854 pasaron la cuarentena en San Simón
2.349 naves con un ingresos a la Hacienda pública de medio millón
de reales. De esta manera el puerto vigués pasó a ser el favorito
de muchas compañías de navegación.
En
1854 el lazareto pasó a ser propiedad del Estado cuando éste
terminó de pagar la inversión de Velazquez Moreno.
Pero
había ciudades que no llevaban bien que Vigo se hubiera llevado el
gato al agua y no se resignaban, por lo que comenzaron una campaña
en pro del cierre de San Simón, utilizando sus diarios locales para
este guerra sucia. En primer lugar fue El Coruñés, que aseguraba
que el lazareto no reunía las condiciones adecuadas y denunciando
que se había desencadenado una epidemia de cólera que la ciudad
ocultaba para no perjudicar al tráfico marítimo.
El
diario local Faro de Vigo tomó el banderín de la batalla
desmintiendo las falsedades del periódico del norte de Galicia. Pero
cuatro años más tarde con otro brote de cólera el lazareto vuelve
a tener protagonismo, en este caso son los pontevedreses los que
solicitan la anulación de uso de San Simón, basándose en que en la
bajamar se puede acceder a las islas desde el continente.

En
el Teatro Circo Tamberlick se celebró un mitin donde se acordó la
separación de Vigo de la provincia de Pontevedra. «El pueblo en
masa reunido proclamó la necesidad de emanciparse del yugo de
Pontevedra y unirse a Orense», fue el texto del telegrama que se
envió a la prensa. Al final el buen sentido primó y el lazareto
sigió prestando su función.
El
lazareto comenzó a languidecer según se investigaba más sobre
prevención de las enfermedades infecto-contagiosas, hasta que le
llegó el momento de cerrar el 23 de marzo de 1927. En su última
época también fue centro de reposo y lugar para celebración de
diversos actos públicos.
Las
antiguas instalaciones del lazareto fueron remodeladas en 2005 bajo
la dirección de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia.
En 1999 fueron declaradas Bien de Interés Cultural.
San Simón, un archipiélago cargado de historia. J.A. Orge Quinteiro
Así funcionaba el lazareto de San Simón. Eduardo Rolland.
El lazareto de San Simón y otras mejoras. Luis Piñero. Faro de Vigo
A cidade e os días. José M. Alvarez Blázquez
Fotos y texto: El lazareto marítimo. Cultura de Galicia
Fernando Torres Carbajo. Publicado en www.vigoe.es
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