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La
gestora de eventos del Auditorio, Oíde S.L., ha invertido según
explicaron chimenea
del sonido, que en vez de subir se proyectará como el de una bocina en
dirección al público. La caja también permite a los propios músicos,
según explican los técnicos, escuchar con mayor precisión los demás
instrumentos.
La sala principal del Auditorio Mar de
Vigo tendrá pronto la esperada concha acústica, una estructura
considerada indispensable por los sectores culturales de la ciudad para
ofertar una programación completa en el recinto de Beiramar, que a
partir de ahora podrá acoger conciertos de orquestas sinfónicas, óperas y
recitales a capella con las condiciones de sonido adecuadas.
La
gestora de eventos del Auditorio, Oíde S.L., ha invertido según
explicaron chimenea
del sonido, que en vez de subir se proyectará como el de una bocina en
dirección al público. La caja también permite a los propios músicos,
según explican los técnicos, escuchar con mayor precisión los demás
instrumentos.
La caja está
compuesta por 120 planchas de madera que se desplegarán en forma de
abanico desde el fondo del escenario hasta la boca, donde quedará una
anchura de entre doce y catorce metros; y también lo cubrirán con un
techo panelado inclinado hacia arriba de dentro afuera a una altura
mínima de cinco metros. De esta forma se evitará el efecto
La concha desplegada al máximo habilita un espacio
interior de 120 metros cuadrados, con lo que podrán tocar sobre el
escenario orquestas de hasta cien músicos, según estiman los expertos
que la instalan. Las dimensiones serán reguladas, en todo caso, en
función de las características de cada espectáculo que requiera su uso.
Los
operarios y técnicos encargados de colocar y poner a punto la
instalación empezaron el trabajo hace quince días y actualmente están en
la fase de pruebas. Músicos de la Orquesta 430 y miembros de corales
tocaron y cantaron allí para que se realizasen ajustes a fin de que no
haya reverberaciones y el sonido llegue con calidad a las 1.400
localidades de la sala. La previsión es que en otras dos semanas el
trabajo quede completado. El visto bueno final llegará después de un
ensayo general para comprobar que las condiciones acústicas han sido
perfectamente afinadas.
Faro de Vigo
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